Cuaresma
¿Qué es la cuaresma?
La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
40 días
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta
días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 40 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
Miércoles de ceniza
Antiguamente los judíos acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra a poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.
Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.
Cuando nos ponen la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.
Compromisos para después de la ceniza.
1. Aumentar la oración personal cada día.
2. rezar el viacrucis los viernes de cuaresma.
3. ofrecer el santo rosario por las diferentes necesidades, personales, comunitarias y de la iglesia.
4.hacer ayuno de lo que más nos gusta.
5. hacer obras de caridad a las personas más necesitadas.
Cinco pasos para una buena confesión
1. Examen de Conciencia. Esfuerzo sincero en recordar todos y cada uno de los pecados.
2. Dolor de los Pecados. Reconocer que se ha ofendido a Dios que nos ama tanto.
3. Propósito de no volver a Pecar. La simple y sincera determinación de no volver a pecar por amor a Dios.
4. Decir los Pecados al Sacerdote. De una manera concisa, concreta, clara y completa.
5. Cumplir la Penitencia. Cumplirla cuanto antes con humildad y dolor en desagravio, reparación y satisfacción de la culpa contraída al ofender a Dios.
Teniendo presente que es Jesús quien por medio del Sacerdote nos perdona.